Elena de Esparta y Claudia Cejijunta, los dos personajes principales de una de las últimas novelas que he escrito (inédita todavía). Gracias a Eduardo Gutiérrez García por dar forma a estas dos adolescentes que durante la historia se enfrentan y entregan, cada una desde una perspectiva opuesta, al drama del cuerpo y al placer del erotismo.
Se trata de una novela corta sobre la transformación, el redescubrimiento del cuerpo, la transición de la niñez a la adolescencia, la violencia en el cambio, en una edad en la que el orden de las cosas se ve completamente trastocado. Claudia, ante esto, decide hacer oposición frontal al enemigo y aunar toda amenaza externa bajo el concepto de "La secta del cuerpo". Elena, por el contrario, decide integrar lo extraño sin discriminación alguna, a pesar de que le haga daño. La tragedia sucederá cuando Claudia convierta a su amada Elena en la causa de su particular batalla.
Comencé esta novela hace unos años, la dejé parada tras las primeras veinte páginas y la retomé el año pasado con un nuevo enfoque. Al contrario que la primera vez, cuando decidí continuar esta historia, no pude dejar de escribir hasta darle a Claudia y Elena el final que llevaban años reclamando. Yo les di palabras y Eduardo, para mi sorpresa, convirtió en realidad la fotografía que se hacen juntas en un punto del relato.
Que algo que escribes inspire un dibujo tan bello, expresivo y plagado de detalles, es sencillamente maravilloso. No se me ocurre un regalo de Reyes mejor.