Por San Valentín he lanzado el tercer relato de la colección de cuentos de fantasía humorística que estoy publicando mensualmente en Amazon en colaboración con Eduardo Gutiérrez García como ilustrador. Esta vez la cosa va de filtros de amor con efectos secundarios, brujas que viven en cabañas ignífugas por cuestión de pura de supervivencia y galantes estúpidos con oscuras intenciones.
Selene es experta en filtros de amor. En su mínimo pueblo sus servicios son muy solicitados, pero no por ello deja de respetarse la tradición. Las mujeres quieren quemarla por bruja y por intentar seducir a sus maridos, y los hombres quieren quemarla por bruja y por intentar rechazarles, quiero decir, seducirles, por supuesto. Selene en el fondo es una chica que busca amar y ser amada por un igual, pero, con el paso del tiempo y las decepciones, se ha ocultado del mundo. La llegada del hechicero Héctor cambiará por completo esta situación, no exactamente a mejor, pero cambiará, y eso, al menos, es algo. El bebedizo de leche de loba se revelará como la solución a todos sus problemas... si consigue sobrevivir a él.
