Algunos proclaman a los cuatro vientos en redes que no piensan celebrar Halloween. Están los cascarrabias nostálgicos y tradicionalistas que no piensan dejarse seducir por una fiesta americana, asociando a las pobres "Jack-o-lanterns" con el símbolo del "imperio". Pero este no es un post para explicar a esta gente tan ducha en costumbres populares que esta fiesta lleva celebrándose siglos en Europa, que las "Jack-o-lantern" tienen su origen en una leyenda irlandesa, que los ecos de esta festividad son celtas ("Feliz Samhain" escriben aquellos paganos modernos que se identifican más con estas culturas precatólicas), que, se trata de una despedida del período estival y que ha cobrado diversas formas, extendiéndose a lo largo de todo el globo con distintas idiosincrasias. Pero podríamos seguir rastreando el origen y remontarnos a épocas más antiguas, a culturas que nunca llegaron a influenciarse entre sí.
Creo que podría decirse, sin detenerme a profundizar demasiado en el tema ahora, que las fiestas en honor a los difuntos se llevan celebrando desde que el hombre es hombre. La línea entre el mundo de los vivos y de los muertos se difumina y hay una mezcla de homenaje a los seres queridos fallecidos y una asimilación de lo terrorífico, adoptando a través del disfraz las formas que cobran los espíritus malignos en el imaginario popular. Hay teorías que afirman que el disfraz en Halloween tiene su sentido en que, ya que en ese día todos los espíritus andan sueltos, un disfraz sería una suerte de camuflaje para evitar ataques por parte de los espíritus traviesos del más allá.
Debido al trabajo que realicé en el segundo disco de Sybiliam en torno a la figura de Dionisos, no puedo dejar de pensar en la figura de este dios. Dionisos es uno de los últimos dioses en llegar al panteón griego, importado de exóticas tierras. Dionisos, el que fue despedazado al nacer y gestado por segunda vez en el muslo de Zeus, trae sus misterios para liberar al hombre de las angustias que le oprimen. Inocula lo salvaje en las venas de sus devotos y convierte la violencia en drama, el drama en catarsis. Liberación. En Halloween, siguiendo esta línea, los límites se diluyen para que, por un día, el ser humano no solo este más cerca de los seres que ha perdido, sino para transformarse en todo aquello que teme: ridiculizarlo, sexualizarlo, conquistarlo, convertirlo en una farsa. Por otro lado, por contradictorio que parezca, también hay al mismo tiempo una delimitación. Solo en este día los muertos estarán cerca, solo en este día permitiremos que el horror forme parte de lo que somos. Comprendemos el orden a través de la excepción del caos y sabemos así que el Inframundo debe ser siempre el reino más habitado. Esta asimilación del misterio, está apropiación y canibalización de los símbolos de la muerte, es un símbolo a su vez de la aceptación de la misma.
Para desearos feliz Halloween, Samhain, Víspera del día de los Muertos, Víspera del día de todos los Santos, Diwali, o lo que se tercie, comparto un boceto que hizo Facundo Tosso en el que salimos representadas mi gata Luna y yo. Que no se pierda el sentido del disfraz en este día. A veces, necesitamos experimentar lo otro para entendernos un poco mejor a nosotros mismos.