Su legado y todo lo bello que hizo posible en este mundo a través de la editorial Ponent Mon quedará en la memoria para siempre (un "siempre" un poco más largo del que nosotros permaneceremos aquí).
Y luego están las conversaciones, los proyectos, las recomendaciones de libros, películas y series, los "qué tal estás", los consejos dados desde su experiencia sin afán de juzgar, el cariño, el respeto infinito, el saber que alguien se preocupa por ti y te desea cosas buenas desinteresadamente. Todo eso permanecerá en mi memoria para siempre (un "siempre" un poco más breve que el anterior, porque durará lo que dure yo en este mundo).
Amiram, el editor de cómics, fue aquel que me abrió la puerta a un mundo que me apasionaba y lo hizo con confianza plena en mi trabajo y una ética intachable. Le estaré eternamente agradecida por ello.
Se ha ido demasiado pronto un hombre inteligente, honrado y amante de su profesión, y eso es siempre muy triste.
Amiram, el hombre, fue aquel que dio comienzo a nuestra amistad regalándome un libro.
Se ha ido demasiado pronto un amigo, algo que uno no puede decir siempre de los que abandonan esta vida, y eso es sencillamente descorazonador.
Hoy el cielo estaba de luto y al conocer la noticia comprendí por qué.
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