Muchísimas gracias por la tarde de ayer en la presentación de mi novela "La secta del Cuerpo", organizada por Alberto Trinidad, editor de Ediciones Oblicuas, que tanto cuidado puso en todos y cada uno de los detalles.
Muchas gracias a todos los que vinisteis ayer. Vuestro apoyo y vuestro calor fue vital por muchísimos motivos que no podría enumerar en un solo post.
Gracias a Patricia Iniesto de Miguel, la ganadora en la modalidad de poesía, por su profundo compañerismo y por haber escrito algo tan maravilloso como "La Cosmogonía de la luz y del invierno" (me lo he bebido hoy mismo).
Gracias también al destino por sus infinitas sorpresas. Sin que ambas nos reconociéramos en un principio, una de mis profesoras del instituto, Teresa González López, acudió al evento. Fue un inmenso placer ser partícipe de aquel inesperado reencuentro. Con la escritura de "La secta del Cuerpo" volví la vista a mi adolescencia y por cuestiones del azar una persona que fue parte del escenario de mi adolescencia volvió a mí ayer.
Gracias también a Hernán Migoya, que aunque no estuvo presente en cuerpo, sí que lo estuvo literariamente cuando realicé la lectura de su maravilloso prólogo; un texto breve, incisivo y certero que mereció el aplauso del público.
Gracias también a la Sala Búho Real por acogernos a todos. Conformó un marco perfecto.
Me queda poco por decir, salvo que me hicisteis tremendamente feliz.
